Infoxicación, Fake News y Microtargeting: los peligros de la era de la información que explican la importancia del análisis de fuentes en CCSS

Recientemente ha estallado un escándalo, que por otro lado ya venía rumoreándose desde lejos, sobre el supuesto robo de más de 50.000 perfiles completos de Facebook que habrían sido utilizados en la campaña de las últimas elecciones norteamericanas para manipular la opinión pública. El uso de estos datos ha resultado ser clave para la realización de campañas de microtargeting cuyo éxito pone en peligro incluso los sistemas democráticos. Pero ¿de que estamos hablando? ¿y que tiene que ver esto con los análisis de textos o mapas que hacemos en clase? Empecemos por el principio.

Infoxicación

La infoxicación, también conocida como sobrecarga informativa o information overload, fué acuñado por primera vez en 1970 por Alvin Toffler. Básicamente habla de un estado en el que la cantidad de información que recibimos es tal que nos desborda y nos impide gestionarla. Estamos hablando, por poner un ejemplo práctico, de la cantidad de noticias o hechos que vemos al hacer scroll en cualquiera de nuestras redes sociales y que, debido a la enorme cantidad, en la mayoría nos quedamos en la lectura de titular. Por lo tanto estaríamos juzgando unos hechos o creyendo conocerlos en función a una información escasa o parcial aparecida en una sóla frase y acompañada en ocasiones de una foto. Lo que ya de por si es grave antes de añadir el siguiente ingrediente a nuestra particular receta del infocalipsis.

Fake News

Si la información nos desborda y no somos capaces de gestionarla, de leerla o de contrastarla… ¿cómo sabemos que es veraz? Aquí es donde aparece otro elemento que comienza a estar en la agenda política de los principales organismos internacionales, como recientemente en la Unión Europea. Las Fake News son noticias falsas, bulos que debido a nuestra falta de capacidad para administrar toda la información que nos llega, nos comemos y adoptamos como reales. Además, tienen suelen estar pensados para tener un enorme impacto y que sea muy compartidos, por lo que con frecuencia se vuelven virales. La acumulación de estas noticias falsas puede dar lugar a que los ciudadanos acaben adquiriendo una versión de la realidad totalmente modificada.  Pero, ¿acaso no es algo que ya hacían los grandes mass media? Si, el problema es, por un lado, que ahora cualquiera puede volcar información a la red y los gobiernos ya no controlan que versión se impone mediante la publicación masiva de Fake News, y lo más alarmante es el uso de estas sumado a nuestro último ingrediente.

microtargeting

El target es el público objetivo al cual va destinado un producto, servicio o una campaña publicitaria concreta. El enorme beneficio/poder que obtienes las grandes deidades de las redes sociales y la informacion como Google, Facebook, Apple o Microsoft son enormes cantidades de datos de cada individuo que se materializan en perfiles. Cuanto más datos tenga cada perfil (lo que nos preocupa y plasmamos en las conversaciones de whatsapp, lo que buscamos en el navegador,  los emails que compartimos con nuestros compañeros de trabajo, el tiempo que pasamos mirando una fotografía concreta en Instagram o las páginas que visitamos con nuetro navegador) más completo es y más valor tiene. Pero ¿para que quieren estos datos?

Aquí es cuando entra en juego nuestro microtargeting. Con todos estos perfiles podemos saber que le preocupa, lo interesa o le enfada a cada individuo. Podemos diseñar campañas publicitarias que actuen sobre diferentes targets. Por poner un ejemplo, un vehículo que yo venda como potente o rápido atraerá a un tipo de conductor diferente. Con el microtargeting yo puedo mandar este mensaje sólo a los perfiles a los que les guste la velocidad y la potencia, pero a los padres y madres les puedo enviar una campaña diferente vendiendo como seguro y confortable el mismo producto, o como de emisiones 0 y triple filtro de partículas a los perfiles preocupados por las redes sociales. Claro, un triple filtro de partículas alejaría a los apasionados de la potencia y la velocidad, pero esta información nunca le llegará a ese grupo de perfiles. Por lo tanto el problema sería que el comprador es muy vulnerable a este tipo de campañas, pero si sumamos la infoxicación y las fake news y lo aplicamos a política la cosa se complica.

En el caso de las elecciones americanas, la campaña llevada a cabo por Cambridge Analytica con el uso de 50.000 perfiles de Facebook supuso el uso micro-campañas diseñadas y dirigidas para convencer a cada grupo de perfiles para que votaran a Donal Trump, sabiéndo cual es el argumento necesario para manipularlos y convencerlos. En el caso de aquellos perfiles que parecían imposibles de convencer, estonces llevaron a cabo micro-campañas para disuadirles de votar a su rival, Hillary Clinton.

Aunque es difícil medir el impacto real de este tipo de campañas, parece que fueron decisivas para darle la vuelta a unas encuestas desfavorable pero ajustadas, tanto para los partidarios de Donal Trump como para los del Brexit en Reino Unido. Hablamos, por tanto, de herramientas que muchas veces carecen de veracidad, y que siendo masivas y golpeando en el punto débil de cada perfil, son capaces de variar nuestra percepción de la realidad provocando nuestra critica o afinidad con movimientos, partidos, ideas, productos o servicios.

¿Y la solucion?

Aquí es donde, una vez más, la asignatura de Ciencias Sociales resulta ser fundamental en el desarrollo de las competencias necesarias para el ciudadano que se enfrenta a esta era de la información. Concretamente el análisis critico de fuentes, ya sean gráficos, mapas o textos históricos, es fundamental para deducir el objetivo y veracidad del mismo. Por supuesto no podemos analizar todo lo que cae en nuestras manos, pero debemos no darle importancia o peso a aquella información que no podamos verificar. Además de analizar el texto, podemos optar por medidas preventivas como:

  • Analizar medios de comunicación o dilvulgadores de contenidos y subscribirnos a aquellas fuentes de información que hayamos verificado como veracez.
  • Seguir a grupos con una trayectoria acreditada importante en el desmentido de bulos o fakes news como Maldita Hemeroteca o Maldito Bulo.
  • La instalación de algunos plugins en nuestro navegador, como el de Maldito bulo nos avisarán en el caso de entrar en una fake news que hayan desmentido o en un medio que con frecuencia comparta noticias falsas.
  • Intenta evitar concentrar el uso que haces de apps y wep apps en una sóla empresa. Por ejemplo si ya usas Drive de Google, intenta que tu correo sea otro seguro como protonmail; o si tienes Facebook, intenta usar Telegram en lugar de Whastapp o Pinterest en lugar de Instagram. El objetivo es que los perfiles que tienes de nosotros sean parciales o inexactos por falta de datos, así será más difícil manipularnos.
  • Y por último, mucho cuidado a la hora de seleccionar navegadores, buscadores o teclados para móviles. Estos sistemas puedes tener acceso a muchisima información, bastante más de la que somos conscientes. Busca entidades comprometidas con la privacidad o los derechos del internauta como el navegador Firefox de la fundación Mozilla o el buscador Duck Duck Go que no realiza una recogida de nuestros datos.

En clase hemos trabajo este elemento en el aula mediante una breve sesión diseñada con symbaloo Lesons plan: sesión

 

 

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