La realidad virtual en el aula

Las nuevas tecnologías nos ofrecen un enorme abanico de nuevas formas de acercar a nuestros alumnos al aprendizaje. Es cierto que las infraestructuras, los recursos o las ratios pueden ponernos la situación un tanto difícil, pero nada a lo que los profesores no estemos acostumbrado. En este caso quiero compartir con vosotros una experiencia que realicé sobre realidad virtual con los alumnos de Formación Profesional Básica en el instituto de La Torreta

La materia que tenía que trabajar el alumnado eran los diferentes climas y sus paisajes resultantes. Siendo los grupos de 1º de fp básica, era necesario que las actividades vinculadas a estos contenidos fueran especialmente motivadoras. Al ser una ratio más reducida de lo normal, entre 15 y 20, y tener unas solas gafas de realidad virtual, tuve que incluir la actividad dentro de un circuito más amplio. De esta forma prepare 5 rincones en el aula, cada uno para una actividad diferente. Durante la semana los alumnos fueron pasando por las diferentes actividades y al final tendría que entregar todo el trabajo realizado en un dossier.

Ahora que teníamos grupos de entre 3 y 4, ya podríamos trabajar con las gafas de realidad virtual. La actividad consistía en una plantilla en la que los alumnos tenían un clima y su paisaje correspondiente. Los apartados de temperatura, precipitaciones, variación anual, fauna o flora estaban vacío. En la esquina superior derecha el alumno tenía un código QR. Mediante su escaneo con el móvil, accedía a un vídeo en 360º alojado en la plataforma YouTube. De esta forma conseguíamos una inmersión digital en cada paisaje, siendo los alumnos los que deducían sus características.

Aunque en el PC se debe usar el ratón para mover la cámara, con los móviles y las gafas el movimiento de la cabeza es suficiente.

De esta forma el alumno se implica y el aprendizaje es más duradero, pues son ellos mismos quienes, cual meteorólogo, establecen las características de cada entorno y clima mediante la observación y la inmersión. Todo con el telón motivador de las tecnologías. Además nuestro centro aportan una o dos gafas (terriblemente económicas) y el grueso tecnológico lo aportan los propios alumnos con sus móviles, pues el 90% son compatibles con esta tecnología y las gafas se adaptan a casi todos los tamaños. Y es que de paso los podemos enseñar a los alumnos a utilizar sus teléfonos para otros usos mucho más interesantes y educativos

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